A un paso del futuro

Hace unas semanas, Wait But Why publicó uno de los posts que más he esperado en mucho tiempo, no solo porque hablaba de la nueva empresa de Elon Musk, sino porque hablaba del futuro, si, de ese futuro que tanto me llena de emoción, nervios, dudas y asombro y que para bien o para mal, seré parte de las generaciones que se verán con la obligación de enfrentarlo sin importar las circunstancias. Ese futuro que mi sudafricano favorito está empeñado en construir.

Elon Musk

Entre muchas de las cosas que pueden hacer de Elon Musk una de las grandes mentes del siglo XXI, lo que más lo diferencia es su entendimiento del desarrollo humano y la energía con la que sabe dirigir a la humanidad hacia un futuro más prometedor.

Con esto me refiero a que entiende de una manera tan clara como la distribución y asignación de recursos como sociedad puede potencializar o destruir el desarrollo de la especie.

En sus propias ideas: la energía solar es algo inevitable en el desarrollo de la sociedad. Si el mundo se mueve con energía limitada e insostenible, eventualmente las fuentes de energía comenzarían a agotarse y por lo tanto los recursos mundiales, inevitablemente, se asignarían a promover y eficientar energías sustentables, y nada más duradero que la estrella que habita en el centro de nuestro sistema solar.

Seguramente, si no el, alguien más hubiera fundado o ayudado a crear alguna versión de Tesla SolarCity.

Sin embargo, no todo es inevitable en este sentido. La exploración espacial es probable en el desarrollo humano, pero no inevitable. La inteligencia artificial es probable, pero no inevitable. De la misma manera, si realmente nos estamos acercando a una singularidad tecnológica, la preservación de la humanidad es probable, pero no inevitable.

Según lo anterior, la forma lógica de actuar de Musk ante una posible explosión de superinteligencia artificial es la de asignar recursos a campos que nos ayuden a contrarrestar este nuevo super poder. Y así nace Neuralink.

Con esto no solo está creando el nuevo venture del momento encargado de crear la interfaz entre el cerebro humano y las computadoras; en realidad lo que está haciendo es atraer las miradas de las mentes expertas y los recursos financieros suficientes para poner a trabajar la maquinita capitalista del desarrollo y aumentar la probabilidad de supervivencia de la especie humana ante una potencial amenaza. Genio.

Si Neuralink es nuestra salvación, si en realidad no hay por qué preocuparse de la inteligencia artificial o al revés, ya no hay nada que podamos hacer para detener la inercia y sucumbir ante seres más inteligentes que nosotros, no hay mucho que pueda agregar al respecto.

Necesitaría algunos doctorados en física cuántica, neurociencia y computer science para poder dar una opinión relevante en estos temas. Por más que Tim Urban se esfuerce en contarme paso a paso y con manzanas el funcionamiento del cerebro, estoy algo rezagado en el entendimiento del potencial de una brain-machine interface.

Mis pocos conocimientos en física me dicen que lo que ofrece Neuralink es posible. Toda la materia está formada por las mismas partículas, al igual que un impulso eléctrico puede replicarse a placer bajo circunstancias controladas. Habrá que resolver ciertos obstáculos, continuar desarrollando la computación cuántica, darle vuelta al principio de Heisenberg o peor aún, el entendimiento de la mente humana.

Claro, suena alucinante todo lo que podríamos lograr: dar un paso adelante en nuestra forma de comunicación (algo que nos tiene avanzando a pasos muy lentos), cambiar radicalmente nuestro concepto de memoria o expandir nuestro conocimiento como especie de manera exponencial. Básicamente, nosotros mismos convertirnos en seres superinteligentes.

Creo que no nos hemos terminado de dar cuenta que nos encontramos en una época inigualable. Como especie, nos dividimos celularmente, desarrollamos capacidades sensoriales, salimos del agua, iniciamos una revolución cognitiva, inventamos la escritura, creamos sociedades y ahora, estamos a tan solo unas décadas de experimentar el siguiente paso en nuestra escala evolutiva.

En palabras de Sheldon Cooper: “ a Homo Novus, if you will”.

Parece posible, todas las piezas del rompecabezas están ahí esperando a que grandes científicos dediquen sus vidas a unirlas y ayuden a dar el próximo gran salto de nuestra especie desde que logramos sobrevivir fuera del agua.


“That’s why, in a future world made up of A.I. and everyone else, he thinks we have only one good option: to be A.I.” — Tim Urban

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